Datos personales

Mi foto
Recitais de poesía, lecturas, presentacións de libros, teatro, marionetas, circo, cursos de baile, música, ioga, gastronomía, idiomas... No CAFÉ UF sempre se reuniu dunha forma estable gran cantidade e colectivos. Desde unha radio pirata que durante un tempo emitiu desde aquí a un colectivo anticonsumo, desde unha tertulia de literatura, a un club do viño, desde un colectivo de ciencia ficción a un coro...

27.3.07

CANCIÓN

Se sabes de quen é esta canción e o dis na barra do UF convidamos-che a ti e ao teu acompañante a un café "Marseillaise"

"Marseillaise"

Leonard Cohen (Closing Time)

LA HORA DE CERRAR

Así que estamos bebiendo y estamos bailando / y la banda se lo está haciendo realmente / y la sabiduría de Johnny Walker está corriendo alta / y mi muy dulce compañera / es el Angel de la Compasión / y se está restregando la mitad del mundo contra el muslo / Cada bebedor cada bailarín / levanta una cara feliz para agradecerle / y el violinista toca algo tan sublime / Todas las mujeres se arrancan las blusas / los hombres bailan sobre los puntos de la polca / y es pareja encontrada y pareja perdida / y es infierno para pagar cuando el violinista se detiene: / es LA HORA DE CERRAR.
Nosotros somos solitarios, somos románticos / y la sidra está adornada con ácido / y el Espíritu Santo grita, ¿dónde está la carne de la res? / y la luna está nadando desnuda / y la noche de verano está fragante / con una poderosa expectativa de alivio / así que pugnamos y nos azoramos / bajando las serpientes y subiendo la escalera de mano / hacia la torre donde las horas bendecidas repican / y yo juraría que sucedió exactamente así: / un suspiro, un grito, un beso hambriento / las Puertas del Amor se movieron un centímetro / No puedo decir que haya sucedido mucho más desde entonces / excepto LA HORA DE CERRAR / y yo juraría que sucedió exactamente así: / un suspiro, un grito, un beso hambriento / las Puertas del Amor se movieron un centímetro / No puedo decir que haya sucedido mucho más desde entonces / excepto LA HORA DE CERRAR.

Yo te amé por tu belleza / pero eso no me convierte en tonto: / Tu estabas en ello por tu belleza también /
Te amé por tu cuerpo / y hay una voz que suena como D--s para mí /
declarando que tu cuerpo es lo que eres en realidad / Te amé cuando nuestro amor estaba bendecido /
y te amo ahora que no queda nada / sino la tristeza y una sensación de estar fuera del tiempo convenido /
y te hecho de menos desde que el lugar zozobró / por los vientos de cambio y las semillas de sexo /
parece libertad pero se siente como la muerte / es algo intermedio, supongo / es LA HORA DE CERRAR /
y te hecho de menos desde que el lugar zozobró / por los vientos de cambio y las semillas de sexo /
parece libertad pero se siente como la muerte / es algo intermedio, supongo es LA HORA DE CERRAR

Estamos bebiendo y estamos bailando / pero nada sucede en realidad / El lugar está tan muerto como el Cielo un sábado por la noche / y mi muy cercana compañía / me pilla andando a tientas, me pilla riendo
Ella pesa cien pero lleva / algo ajustado / yo levanto mi copa por la Verdad Horrorosa / que no puede ser revelada a los Oídos de la Juventud / mas que para decir que no vale un céntimo / y el condenado lugar entero se vuelve loco dos veces / y es una vez por el Diablo y es una vez por Cristo / pero al Jefe no le gustan estas alturas de vértigo / y somos reventados por las luces cegadoras / de LA HORA DE CERRAR /
y el condenado lugar entero se vuelve loco dos veces / y es una vez por el Diablo y es una vez por Cristo /
pero al Jefe no le gustan estas alturas de vértigo / y somos reventados por las luces cegadoras /
de LA HORA DE CERRAR

14.3.07

Os Cafés Literários

Sen os turcos, os europeos posiblemente houbesen-se visto privados dun dos seus vicios máis sociables: o consumo de café. O asedio a que Soliman o Magnífico someteu á cidade de Viena en 1529 tivo a feliz consecuencia de introducir o negro, euforizante brebaje nos costumes locais. Pero o que sen dúbida non previron nin uns nin outros é que en torno ao café acabase formándose toda unha institución, nin que a súa influencia fose, ao cabo, determinante no desenvolvemento da literatura e as artes.


Le Polidor

Le Polidor. Antes de converterse en restaurante, cita obrigada da bohemia, fora unha cremería. Verlaine e Rimbaud inauguraron un séquito de clientes memorables que culmina en 1948 coa creación da Escola Patafísica ("ciencia das solucións imaxinarias" segundo Alfred Jarry) que reúne regularmente na sala do fondo a Boris Vian, Eugène Ionesco, Jacques Prévert e Max Ernst, entre outros. Este establecemento onde non se bota de menos ningún elemento do bistrot2 parisino, cativou a múltiples artistas internacionais, e así o reflicten certas escenas do soño do mono tolo de Fernando Trueba ou todo un capítulo de 62 modelo para armar de Xullo Cortázar.


O café foi concibido para as conversacións de individuos ou de colectividades, xa que, desde fai moito mais de douscentos anos, aqueles que teñen algo que dicir, que defender, que combater, senten a necesidade de reunirse e de costejar as súas concepcións. E por que, os cafés foron sempre o berce dos clubs e das camarillas de onde xurdiron as escolas, e das escolas xurdiron os homes de talento, de éxito ou de enxeño...

Café Procope

Un dos cafés mais antigos de Paris foi o Mouton Blanc, onde se reunían A Fontaine, Boileau, Moliére e Racine... O Procope é celebre e permaneceu na memoria dos espíritos sagaces do mundo enteiro grazas ás visitas regulares e prolongadas que realizaba alli Paul Verlaine, a quen o tempo confirma e confirmará como un dos poetas franceses máis grandes e máis importantes, e quizá como o máis puro... Dalgún modo, o café ara a Real Academia do home da rúa. O centro do universo ao alcance de todos. En Paris os cafés, ata os máis celebres e os máis á vista, tiñan un certo aire neutro, discreto e distinguido que abría as súas portas alomenos ousado dos homes. Tanto é así que eses lugares, ás veces exquisitos, outra sinistros, convertéronse aos poucos no refuxio dos individuos, dos solitarios, dos amantes, dos artistas, das sociedades e das familias.



2.3.07

Los Antiguos Valores (E. Sabato)

Fragmentos

La vida de los hombres se centraba en valores espirituales hoy casi en desuso, como la dignidad, el desinterés, el estoicismo del ser humano frente a la adversidad. Estos grandes valores, como la honestidad, el honor, el gusto por las cosas bien hechas, el respeto a los demás, no eran algo excepcional, se los hallaba en la mayoría de las personas. ¿De dónde se desprendía su valor, su coraje ante la vida?...


Si todo es relativo, ¿encuentra el hombre valor para el sacrificio? Los hijos son un sacrificio para los padres, el cuidado de los mayores y los enfermos también lo es. Como la renuncia a lo individual por el bien común, como el amor. Se sacrifican quienes envejecen trabajando por los demás, quienes mueren para salvar al prójimo, ¿y puede haber sacrificio cuando la vida ha perdido sentido para el hombre, o solo lo halla en la comodidad individual, en la realización del éxito personal?



Otro valor perdido es la vergüenza. ¿Han notado que la gente ya no tiene vergüenza y, entonces sucede que entremezclados con gente de bien uno puede encontrar, con amplia sonrisa, a cualquier sujeto acusado de las peores corrupciones, como si nada? En otro tiempo su familia se hubiera enclaustrado, pero ahora todo es lo mismo y algunos programas de televisión lo solicitan y lo tratan como a un señor.
Desde la perspectiva del hombre moderno, la gente de antes tenía menos libertad. Eran menos las posibilidades de elección, pero, indudablemente, su responsabilidad era mucho mayor...
Algo notable es el valor de aquella gente daba a las palabras. De ninguna manera eran un arma para justificar los hechos. Hoy todas las interpretaciones son validas y las palabras sirven más para descargarnos de nuestros actos que para responder por ellos.